El drenaje linfático puede ser realizado tanto de forma manual por profesionales altamente capacitados en distintas técnicas kinesiológicas, o bien empleando aparatología, por ejemplo, la presoterapia: método terapéutico y natural de masajes especializados que estimulan la circulación al presionar sobre puntos específicos del cuerpo. En cualquiera de sus variantes esta técnica se resume a una serie de maniobras suaves, rítmicas, de bajo impacto y frecuencia, con beneficios realmente increíbles para el organismo, por ejemplo: reducción de edemas (ideal para mujeres embarazadas), estimulación de la circulación y retorno venoso, eliminación de toxinas, reducción de hinchazón, aumento en la producción de linfocitos, lo cual mejora considerablemente las defensas de tu cuerpo, entre otras cosas. Lo mejor de todo es que, además de recibir estos claros beneficios para tu organismo, el drenaje linfático es una técnica estética que también puede ayudar a relajarte sin que pongas en riesgo tu salud. Vas a poder sentir sus efectos incluso en la primera sesión.